Hoy tarde del 28 de octubre, nos encontramos en el aula de Informática con los alumnos de 3º de ESPA de El Astillero para crear un blog donde realizaremos los ejercicios de Lengua durante el confinamiento que se avecina.
Manual electrónico de Lengua Castellana y Literatura para alumnos de Secundaria y Bachillerato
miércoles, octubre 28, 2020
viernes, mayo 29, 2020
Presentación ejercicio 10
Estamos ya en lo que se suele llamar la recta final del curso. Se supone que es porque el curso es una línea curva que se endereza al final. Por eso, para aquellos que van rezagados pueden iniciar la remontada con una carrera final extenuante. Para el resto que han ido realizando las actividades poco a poco y en su tiempo, no tendrán problemas.
Como ejercicio nuevo cercano ya con el término del curso os propongo una actividad que sé que os llevará un tiempo más largo que el que habitualmente habéis empleado en anteriores ejercicios.
Se trata de que realicéis una presentación sobre el tema que queráis, pero que solo sea con imágenes. O sea, que me contéis algo con imágenes. Una narración visual.
Os dejo dos enlaces: uno sobre distintas herramientas para realizar presentaciones. Podéis usar la que queráis. Luego podéis subirla a google drive y desde allí publicar en la web desde el menú pinchando en Archivo. Tendréis que seguir los pasos que os ofrece el menú que se despliega. Cuando aparezca, al publicar en la web, enlazar, debéis elegir el tamaño, y es mejor que elijáis menor. Ese es el tamaño de mi presentación y queda bien como podéis ver.
Lo único que hay que hacer es copiar el código html y añadirlo en la entrada del blog, cosa que ya sabéis.
Todo esto es lo que yo he hecho y este es el resultado.
Lo único que hay que hacer es copiar el código html y añadirlo en la entrada del blog, cosa que ya sabéis.
Todo esto es lo que yo he hecho y este es el resultado.
En segundo lugar, os muestro la presentación que yo he montado.
Si tenéis algún problema, me lo comunicáis.
Si tenéis algún problema, me lo comunicáis.
Espero que os guste.
lunes, mayo 18, 2020
Los bulos: los virus de la desinformación. Ejercicio 9
Ahora que nos hemos familiarizado con la palabra pandemia, debemos estar muy atentos a esta nueva infección vírica desinformativa: infodemia.
La palabra bulo la define la RAE como : Noticia falsa propalada con algún fin.
Es evidente que cualquier engaño busca un fin, normalmente un beneficio para quien engaña, sabiendo el perjuicio que provoca o puede provocar en la persona engañada. Es una palabra sinónima de falacia, por lo que no es necesario que empleemos términos extranjeros para expresar lo mismo.
Ya nadie recordará la gran patraña de las armas de destrucción masiva que se aseguró que atesoraba el régimen irakí de Sadam Hussein. Ya sabemos quiénes fueron los perjudicados, Irak y toda su población indefensa e inocente; los beneficiarios, el negocio petrolero y armamentístico.
Aunque podemos ver más bulos políticos a lo largo del tiempo.
Para refrescar la memoria dejo enlazada una interesante investigación y un pequeño reportaje.
Ahora estamos aún más expuestos a estos bulos pues nos llegan a través de las redes sociales compartidas con personas de confianza, y por lo tanto con más capacidad de influir en nuestra aceptación como verídicas informaciones, aunque falsas.
Este ejercicio 9 que os propongo consiste en ser investigadores de bulos. Quiero que investiguéis sobre un bulo que os haya llegado o conozcáis, a ser posible de actualidad, ninguno antiguo. Una vez identificado el bulo, explicáis en qué consiste ese bulo, desentrañáis la falsedad y comentáis cuál es el interés que esconde y quién creéis que puede estar detrás.
Esto es periodismo de investigación.
A ver qué os sale.
Suerte y al bulo.
lunes, mayo 04, 2020
Sé tu propio analista. Ejercicio 8
Siempre que surge una discusión sobre cualquier tema queremos que se nos escuche nuestra opinión, que consideramos la más adecuada y la mejor para solucionar el asunto que tratamos.
Pues bien, esta vez vamos a ser nosotros los analistas de la realidad por una vez y vamos a grabar un audio, como el que hicimos con la lectura de un fragmento de la novela que leemos o hemos leído, en el que tratemos un tema. No me valen los temas que oímos todos los días, y que tan bien analizan los periodistas como Iñaki Gabilondo que aquí debajo os dejo para que lo escuchéis y toméis ideas o ejemplos.
Os propongo que elaboréis un análisis personal, que no hace falta que sea muy extenso, pero que tampoco sea tan corto que no digáis nada de interés, sobre un asunto que nos concierne directamente.
Quiero que analicéis la enseñanza, la que estamos viviendo en este fin de curso como lo que se viene para el próximo curso. Intentad imaginar qué es lo mejor y lo peor, las ventajas e inconvenientes, lo que habría que cambiar y lo que habría que mantener. Cómo tendrían que ser las clases, cómo los materiales didácticos, cómo los grupos, etc.
Os recomiendo que antes de grabar el audio hagáis un pequeño guion en el que tengáis en cuenta el orden de las ideas que vais a exponer para que no os repitáis y que el comentario tenga sentido y unidad.
No olvidéis decir vuestro nombre y hacer una pequeña introducción como puede ser el tema del que hablaréis.
Una vez terminado podéis incluir el audio en vuestro blog como hicisteis con la lectura o enviármelo a mi correo, como también habéis hecho con las lecturas.
Tendré en cuenta la correcta expresión oral, el desarrollo de las ideas, el orden en la exposición y el uso edecuado de la lengua.
Ánimo y a la faena.
jueves, abril 30, 2020
La distopia ya está aquí. Escribe la tuya, Ejercicio 7
Como si se tratara de una novela de ficción que tanto se publican ahora y tanto éxito cosechan (será porque la vida es o era tan segura que ya no le encontrábamos emoción) como la trilogía de Los juegos del hambre o la más moderna Riesgos de los viajes en el tiempo, así es nuestra vida en la actualidad, una verdadera distopía.
Ahora que se habían cumplido nuestros, tantas veces proclamados, deseos de que la vida se parase, terminásemos con las prisas, abandonásemos el consumo desmedido, dedicásemos más tiempo a nuestros seres queridos y amigos más cercanos; ahora que ya estamos en el nirvana de preocuparnos de lo mínimo para vivir felices, que habíamos conseguido reducir casi a la nada la contaminación (no la producción de plásticos que se ha desbocado hasta convertir de una vez el mundo en un envase plástico), que hemos dado una verdadera ayuda a la naturaleza que crece y cría sin interrupción ni peligro, que habíamos recuperado el tiempo, ese valor más preciado que el dinero y siempre tan despreciado, que habíamos vuelto a estar con nuestros hijos que crecían casi huérfanos de padres y faltos de cariño, besos y abrazos; ahora que estábamos en un mundo feliz, viene la desilusión y el deseo de volver a más de lo mismo. ¿O no?
Espero que esta experiencia vital, en nada comparable a una guerra más que en la ruptura de la normalidad, de lo que estábamos acostumbrados a lo que se hacía por los siglos de los siglos hasta que llegó el parón, nos sirva de verdad como referencia en nuestra existencia, como una guerra, pero sin muertos ni destrucción.
Ahora toca pensar qué mundo queremos, qué vida queremos y qué sociedad queremos. Solo hay dos opciones:
1 º. Volver a vivir desenfrenados como si no hubiera un mañana, como si la gran despensa del mundo nunca se fuera a agotar como ocurre con los productos de un hipermercado, si seguiremos teniendo dobles y triples residencias, viajes cada año, ropas cada temporada y cambios de estilo en casa cada cierto tiempo para estar a la moda del momento. Si seguiremos corriendo con la lengua afuera para llegar a todos los sitios, todos los actos, todos los momentos. Si seguiremos siendo yoístas. Si seguiremos queriendo que el mundo esté como lo dejamos hace unos meses como si hubiéramos pasados unas vacaciones largas. O:
2 º. Si viviremos en un mundo menos veloz y más pausado, sin la necesidad de apilar objetos y trastos que nos dan la felicidad momentánea del acto de adquirirlos, si atenderemos a los actos más importantes y verdaderamente únicos, aunque nos perdamos tanta actividad y tanto hecho histórico y tanta tontería vana. Si seguiremos pensando en nosotros solos o mejor en nosotros acompañados. Si seremos capaces de cambiar el ritmo de vida y de consumo por otras formas más respetuosas con el medio, las personas y la naturaleza.
Ahí lo dejo para que penséis cómo será el futuro que veremos. Sed ahora vosotros los distópicos. Mientras os dejo un enlace que os interesará conocer.
martes, abril 21, 2020
Audionovela. Ejercicio 6
Buenas tardes y buena salud deseo a todos los que leéis esta nueva entrada del blog.
Han pasado las vacaciones como si no lo fueran, pues seguimos confinados en las casas y en ellas seguimos trabajando, estudiando y conviviendo.
Como la enseñanza en casa en régimen de confinamiento y conexión a través de internet es totalmente diferente de la enseñanza presencial, debemos cambiar los métodos didácticos y la pedagogía. Por este motivo os propongo una actividad que en principio es fácil, como es el de hablar, o mejor dicho, leer. Ya sabéis que dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a escribir, a expresarse por escrito, y muy poco en lo que nos comuncacmos mayoritariamente, que es hablar, comunicarnos oralmente.
Pero como quiero que seáis conscientes de la importancia de la voz, la entonación, modulación, vocalización y las pausas, os propongo que os grabéis un audio de la primera página de un libro, el que queráis. Y una vez hecha la grabación, después de desechar las copias defectuosas o mal leídas, podéis hacer dos cosas, según vuestras habilidades con la informática.
1. Podéis alojar en una plataforma, la que queráis, vuestro audio y de ahí lo compartís en una nueva página de vuestro blog como yo hago aquí. Y acompañadlo de una imagen.
2. Podéis grabar el audio de vuestra lectura y enviarla por el correo en fichero adjunto.
Aquí os dejo mi audio para que disfrutéis de mi voz.
jueves, abril 09, 2020
Teletrabajo, teleestudio... Ejercicio 5
Ahora que debemos estar confinados en casa y sustituimos las actividades cotidianas al estricto ámbito doméstico es cuando se nos plantean varias preguntas y es buen momento que intentemos responderlas.

A cada uno de nosotros nos está tocando sustituir nuestra actividad habitual fuera del hogar por la realización de la misma actividad, pero dentro de casa (o si tienes terraza o jardín, en estos limitados espacios exteriores). A unos nos toca teletrabajar, a otros teleestudiar, a otros teledirigir y coordinar, a otros televigilar; y así muchas otras tareas que se puedan realizar desde casa, que serán varias, pero limitadas al sector servicios.
A mí me ha tocado teletrabajar en la teleenseñanza con mis telealumnos en esta teleescuela por medio de este telecuaderno o telepizarra o teleclase.
Siempre se ha comentado la posibilidad del teletrabajo como una liberación de la esclavitud de los horarios, la liberación de las prisas por llegar a tiempo para fichar, como fuente de placer casi al reducir el estrés, elemento de eliminación de la contaminación, la reducción del consumo de tiempo, gasolina y dinero, y no sé cuántas cosas más.
Se supone que se ganaría en autonomía personal y se organizaría mejor el trabajo y el tiempo.
Teletrabajo, teletrabajo, teletrabajo parece que pediríamos todos como el remedio a todos los males de este siglo XXI desquiciado, veloz e individualista.
Pues bien, he llegado al convencimiento tras estos tiempos de reflexión durante el confinamiento, de que el teletrabajo no puede ser la sustitución al trabajo en un espacio externo al hogar. Y paso a desarrollar la reflexión.

Ahí quiero llegar. Unas eran las dependencias laborales y otras las profesionales. Y eso sí que era casi teletrabajar; no es un invento moderno. Pero el hecho de que hubiera un tabique que separase los dos espacios ya hacía que se diferenciasen los dos ámbitos humanos. Porque si trabajas en el salón de casa, en una habitación o en otro lugar, sigues estando en casa, invadiendo un espacio que no es el productivo; en todo caso el reproductivo. El hogar es el ámbito del descanso del faenar, el lugar de encuentro tras la tarea, el ámbito de la intimidad.
En segundo lugar, el teletrabajo en casa y desde casa supone un ejercicio de "estar en misa y repicando las campanas" como dice el refrán; esto es, que no se puede estar a dos cosas a la vez, pues no haces bien las dos tareas. Se puede estar dando saltos de una tarea a otra, pero sin el pleno rendimiento de realizar ambas tareas satisfactoriamente. Te quedas a mitad de texto, controlas el puchero que tienes al fuego, realizas alguna tarea extra de casa, retomas el texto, pero no sabes por dónde ibas ni qué tenías que añadir, etc.
Imagino que a los alumnos os pase lo mismo, solo que ahora el horario de clase se ha ampliado y no tengáis manera de terminar tantos deberes como os mandan los profesores. Claro que es uno solo, pero multiplicado por cada profesor y por el infinito tiempo que lleva realizar cada ejercicio.
En último lugar, como reflexión general, creo que debemos volver a los ritmos de la naturaleza, que con el teletrabajo nos olvidaremos y nos convertiremos en una herramienta más. Con el teletrabajo dejaremos de sentir el cambio de las estaciones, no apreciaremos la caída de las hojas, la llegada del frío, el soplo del viento sur o el brotar de las flores en el campo. Desaparecerá el hábito de quedar a tomar el vermú tras la jornada laboral o ir a tomar un café de descanso. Nuestro encierro en casa nos haría más insociable y huraños, y nos aislaría del mundo y de las personas.
Por esto y porque la vida está fuera de los muros de la casa y de la pantalla de cualquier ordenador, no creo que el teletrabajo sea el sustituto del trabajo en el exterior.
Quizás otro día trate sobre la enseñanza en casa o teleenseñanza. Ahí hay mucho que decir.
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